La canción es una composición que une letra y música para poder ser cantada. Dentro de las canciones, podemos encontrar algunas destinadas a los más pequeños que se caracterizan por tener letras repetitivas con rimas y ritmos simples: las canciones infantiles.
Los adultos tenemos normalizado el hecho de poner canciones infantiles a los más pequeños desde que nacen pero, ¿realmente sabemos el papel que juegan en el proceso de aprendizaje de los niños y niñas?
Las canciones infantiles son un recurso fundamental para el proceso de enseñanza-aprendizaje de los más pequeños, ya que les permite crecer en un ambiente placentero, en el que se sientan cómodos y contentos.
Estas canciones son una herramienta para que el alumnado adquiera de forma lúdica conocimiento sobre las letras y los números, así como que refuerce la concentración, favorezca su inteligencia y creatividad y exprese sus sentimientos o necesidades. Se considera un método de enseñanza muy eficaz, divertido y ameno, puesto que aunque se repita la misma canción en diferentes ocasiones, siempre se hará de una manera distinta y en cada momento se atenderá un aspecto diferente de la misma.
Este método también puede ser utilizado para generar calma y relajación en el aula, si se considera que están alterados o, por el contrario, activar y animar a los niños, si se encuentran en un momento de tristeza, para que disfruten del momento vivido.
Teniendo en cuenta todo esto, cabe destacar que las canciones pueden ser cantadas o bailadas.
"Cantar" presenta múltiples beneficios para la etapa de Educación Infantil:
- Es un medio de expresión.
- Desarrolla la capacidad verbal.
- Potencia la formación integral.
- Desarrolla la inteligencia emocional.
Es importante destacar que antes de cantar es necesario trabajar la voz. Podemos distinguir entre la voz hablada y la respiración.
¿Sabéis como pueden trabajarse?
Voz hablada: a través de las relaciones entre ritmo y texto, recitando una prosodia (texto al que colocamos un ritmo determinado). Con esto conseguimos familiarizar a los alumnos con el pulso y el ritmo.
Respiración: soplar sobre objetos, tomando conciencia de la inspiración y exhalación, soplando sobre la mesa, un papel o cualquier objeto, imaginar un globo sobre el abdomen. En esta actividad, los niños se encuentran tumbados en el suelo, se imaginan que tienen un globo que se hincha o deshincha según toman el aire y lo expulsan.
Por otro lado, el ritmo y la melodía de las canciones permite que los niños y niñas mientras bailan trabajen la coordinación y el control de los movimientos corporales, así como la relación con sus compañeros. Por tanto, el baile puede aportar numerosos beneficios a los infantes. Estos pueden ser:
- Mejorar el sentido del equilibrio y la coordinación.
- Fortalecer los músculos y mejora de la flexibilidad.
- Permitir que desarrollen el sentido del ritmo.
- Ayudar a liberar tensiones y aumentar la autoestima.
Y ahora que ya conocéis todos sus beneficios... ¿Os animáis a bailar y cantar un poco con los más pequeños?
María Guillén González 🥁
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